Pero así como de repente, todo se torna. Los ojos se me humedecen y una pena inmensa se apodera de mí, encogiéndome el corazón, oprimiéndomelo hasta vaciarlo. Y es que es esa impotencia la que tanto me frustra. Que todo el mundo continúe con su rutina, camine por la calle con total normalidad, disfrute de estos días tan bonitos. Que incluso yo lo haga. Pero, lo que más me apena es que tú no puedas continuar haciéndolo, que no puedas continuar disfrutando de una vida imperfecta (lo cual la convierte perfecta). Porque, por muy egoísta que suene, yo te quiero a mi lado. Quiero tenerte al menos una vez más para poder decirte eso que nunca te dije en vida: Te quiero Aita.
Entradas populares
-
Sueños, fantasías, dudas, incomprensiones, objetivos. Objetivos que parecen ser inalcanzables, pero que, quién sabe, puede que estén a nuest...
-
Volar con los brazos extendidos. Desplegar nuestras alas imaginarias para surcar los cielos. Saborear el aire y escuchar los susurros del vi...
-
Cada vez que los rayos de sol inundan mi vida con una sonrisa, una sonrisa de esas que son llenas de brillo y destellos, inclino la cabeza h...
-
A veces deseo que esto no sea más que un simple sueño. Que esta frustrante sensación desaparezca. Pero por mucho que se desee, no hay maner...
-
Le pesan los ojos. Los cierra, y no quieren abrirse. La boca se le abre, y un profundo bostezo emerge. Siente como una agradable sensación s...
-
Esta vez no vengo a hablar de amor. No vengo a hablar de melancolía. No. Esta vez vengo a hablar de ojos brillantes. Esos ojos tan especiale...
-
A pesar de todo la salinidad de mis lágrimas habla por sí sola. No saber si los demás sienten y piensan de la misma manera, o si en realidad...
-
Si un día sale el sol, por favor, sal y disfruta. Cualquiera de estos días puede ser tu último. Disfruta de la vida antes de que sea tarde. ...
-
Una risa por aquí. Otra risa por allá. Ese amor que siento cuando pienso en ti. Eres tú la razón por la que consigo escuchar canciones román...
-
Son esos días en los que vana es la esperanza. Esos días grises, en los que las nubes se ciernen sobre ti, apresándote, impidiéndote respir...
sábado, 11 de enero de 2014
Te quiero Aita
Cada vez que los rayos de sol inundan mi vida con una sonrisa, una sonrisa de esas que son llenas de brillo y destellos, inclino la cabeza hacia atrás y cierro los ojos. Luego inspiro profundamente, intentando conocer con todo detalle mi entorno gracias a ese aire respirado.
Pero así como de repente, todo se torna. Los ojos se me humedecen y una pena inmensa se apodera de mí, encogiéndome el corazón, oprimiéndomelo hasta vaciarlo. Y es que es esa impotencia la que tanto me frustra. Que todo el mundo continúe con su rutina, camine por la calle con total normalidad, disfrute de estos días tan bonitos. Que incluso yo lo haga. Pero, lo que más me apena es que tú no puedas continuar haciéndolo, que no puedas continuar disfrutando de una vida imperfecta (lo cual la convierte perfecta). Porque, por muy egoísta que suene, yo te quiero a mi lado. Quiero tenerte al menos una vez más para poder decirte eso que nunca te dije en vida: Te quiero Aita.
Pero así como de repente, todo se torna. Los ojos se me humedecen y una pena inmensa se apodera de mí, encogiéndome el corazón, oprimiéndomelo hasta vaciarlo. Y es que es esa impotencia la que tanto me frustra. Que todo el mundo continúe con su rutina, camine por la calle con total normalidad, disfrute de estos días tan bonitos. Que incluso yo lo haga. Pero, lo que más me apena es que tú no puedas continuar haciéndolo, que no puedas continuar disfrutando de una vida imperfecta (lo cual la convierte perfecta). Porque, por muy egoísta que suene, yo te quiero a mi lado. Quiero tenerte al menos una vez más para poder decirte eso que nunca te dije en vida: Te quiero Aita.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario